Nuestra primer experiencia como practicantes podría explicarse como una bomba de sentimientos encontrados y miles de sensaciones por segundo.
Antes de empezar nos invadían las dudas, cómo les caeríamos a las docentes, cómo nos llevaríamos con los nenes, si sería fácil, si sería todo lo contrario, si resistiríamos ante tanta presión, etc.
Al entrar a la sala, todo eso de a poco se fue aclarando, y el amor incondicional de los niños nos daba la fuerza para poder seguir adelante soportando todos los obstáculos que se nos presentaban a lo largo del transcurso de los días.
La experiencia sirve y mucho porque la experiencia directa te aclara muchisimo mas lo que es la carrera que elegiste y para la que te estas preparando, podes aprender muchisimo y por suerte nosotras pudimos darnos cuenta que esto es lo que queremos, y que nos encanta compartir nuestro tiempo, jugar y divertirnos con esos pequeños bajitos de los que tanto aprendemos.
El ultimo dia estabamos tan contentas porque terminabamos, pero a la vez es algo raro y dificil de explicar, porque no nos queriamos ir, sabiamos que fue mucho el tiempo compartido con los nenes, y que los ibamos a extrañar muchisimo.
La practica es dura, y muchas veces se hace dificil, pero realmente sirve y al ver los resultados y todo lo que aprendimos es muy grande la satisfacciòn.